Otro año a cuestas, el inventario de nuestra mochila crece de un botín único, recuerdos y lecciones, angustias, alegrías, aventuras, retos, despedidas y reencuentros.
Eso es uno de los motores de la vida, una de las muestras de que uno esta ahí y no estamos solos, estamos juntos aquí y ahora, lo estuvimos antes y lo seguiremos estando.
Que nos depara el mañana? Siempre es incierto para todos, pero si tenemos fuerza de voluntad y un sueño, poco lograra hacernos bajar los brazos. Y eso da seguridad; seguridad en uno mismo, y a todos los que te rodean.
Esperemos este año aun sea mejor, rodeado de nuestra familia y amigos.